Acrobacias sobre el asfalto de Cotogrande
El rugido de los motores y el olor a neumático quemado invadieron ayer el recinto ferial de Vigo con la exhibición del equipo de pilotos acróbatas FMX Spirit. Cuatro especialistas portugueses que realizan este espectáculo por toda Europa asombraron a unas 2.500 personas en Cotogrande con sus desafíos a la gravedad sobre ruedas. A bordo de motocicletas rectificadas y hasta de un “coche sin carné” elevado a los 130 caballos, marcaron el asfalto con inverosímiles trompos y se elevaron hasta seis metros sobre el suelo para mostrar las más difíciles figuras del motocross “freestyle”.
Uno de los aparcamientos del recinto ferial de Cotogrande acogió ayer la cuarta edición del “Show Acrobático de Vigo”, un espectáculo en el que los aficionados al motor descargan adrenalina viendo las piruetas de pilotos profesionales capaces de quemar el asfalto y dar saltos mortales. Alrededor de 2.500 personas se dieron cita durante hora y media en el IFEVI para contemplar las piruetas del equipo portugués FMX Spirit, uno de los más aplaudidos de Europa en su especialidad.
El club con sede en Algarve trajo hasta Vigo a cuatro de sus representantes, entre los que destacó por su pericia a bordo de varios vehículos Jaque Stone. Él fue el encargado de meter al público en ambiente antes que sus compañeros Marcos Carvalho, Diego Ribeiro y Ricardo Sequeira realizaran acrobáticos saltos de motocross “freestyle” sobre rampas.
Jaque Stone abrió el show montando una Honda CBR 900. Solo con manejar el acelerador levantaba los primeros aplausos, acompasados con el rebufo del tubo de escape. Entonces inició su exhibición de equilibrios con la moto: haciendo el “cristo”, de brazos cruzados sobre el sillín, pilotando sentado al revés o al envolverse en el humo de sus derrapes en círculo, llevó a que algunos asistentes le gritaran “¡fenómeno!”. Mientras, muchos otros grababan la hazaña con sus cámaras y teléfonos.
Apenas estaba empezando a calentar motores. Acto seguido Jaque se puso a los mandos de un quad rectificado hasta los 100 caballos de potencia, según explicó el “speaker” que relataba las evoluciones del espectáculo. De nuevo al derrapar en cada una de las esquinas del recinto elevaba una columna de humo y hacía un ruido ensordecedor.
Aún hubo más: al mando de un “coche sin carné” –con unas modificaciones que triplicaron su potencia hasta los 130 CV–, los giros aumentaron en espectacularidad, hasta el punto de hacerlos con el maletero y las puertas abiertas, hasta que las ruedas reventaron. El olor que invadía Cotogrande era sin duda el de la goma quemada.
Llegó el turno de las motos con Marcos Carvalho a bordo de una Kawasaki cuatro tiempos y Diego Ribeiro con una KTM. El tercer piloto tenía problemas en la suya, y miembros del equipo técnico le ayudaban a ponerla a punto en el “box” central, bajo las rampas. Por encima de sus cabezas empezaban los desafíos a la ley de la gravedad.
Piruetas de autor
Unos 6 metros se elevaban los vehículos de motocross al tiempo que efectuaban piruetas cada vez más complicadas. El “hands-off” (sin manos) llevó al “feet-off” (sin pies), y de ahí al “cordobés”, figura inventada por un piloto español y que simula en el aire, el pase de un torero. El más difícil todavía, el “back flip” (salto mortal con giro completo de motocicleta) se retrasó hasta el final de la sesión para evitar la incidencia del sol en los rostros de los pilotos, según indicó el “speaker”.
Fue el momento álgido del show, el que despertó el entusiasmo. En el “back flip” se ve el peligro extremo que asumen estos acróbatas. De hecho en el último instante, cuando los pilotos saltaban uno tras otro, el último cayó mal por la rampa. Se golpeó la cabeza y hubo cierto susto, pero enseguida se levantó para unirse a sus compañeros en lo alto de la rampa. En el saludo final del FMX Spirit al público vigués, prometieron una próxima y más arriesgada visita.
Fuente: Faro de Vigo